La Muerte del Palomo

No puedo creerlo, (bueno si pero me gusta hacerle al drama), mi carro, herencia de un tío querido y el cual le compre a mi padre en cantidad un tanto exagerada, después de muchos esfuerzos y poca atención a su falta de aceite en el motor, murió en resientes fechas, hoy se encuentra en estado cadavérico en mi cochera, le falta una llanta, un retrovisor y una mica de adelante, al menos esas son las características que he tenido que dar cada que tomo valor y llamo a esos desalmados hombres que se dedican a comprar carros como chatarra, como si mi carro no me hubiera dado tantos placeres como para tratarlo solo como eso, como chatarra; el postor mas alto me ofreció dos mil ochocientos pesos por el; lo cual me hizo sentirme humillado y aunque me he resistido mucho, la verdad es que ya es viernes y solo me queda una media barra de queso, medio litro de leche y harina para hot cakes, así que creo que tendre que aceptar esa miseria, después de todo, eso me gano por pelear carros en mis divorcios.