Ratos de Ocio

Después de algunos ¨insidentes¨ por los que tuve que pasar, me puse en pie y decidí tomar de nuevo mi computadora de esa manera tan obsesiva, con la que solía hacerlo cuando mi segunda esposa decida luchar por la defensa del petróleo junto a López Obrador, lo cual no tiene nada de malo, pues creo que en estos tiempos es mas sencillo perseguir un sueño idílico, que resistirse a la idea de hacer de comer para un marido bipolar; pero ese es otro tema; el caso es que después de muchas horas de ver televisión por cable, ya saben series gringas, películas no tan taquilleras, reportajes sobre la manera en que derrochan el dinero los artistas y esas cosas, las cuales después de un divorcio y una campaña de desprestigio en tu contra te hacen caer fácilmente en una depresión crónica, claro que si a eso le sumas las fuertes dosis de esa droga dogmática llamada Juegos olímpicos, la verdad es que no te queda mucho por hacer, así que prendí mi computadora e inicie ese maravilloso mundo cibernético, pude encontrar cosas interesantes como el debate entre Noam Chomsky y Michael Foucault o las entrevistas a Joaquín Sabina, algunos videos porno, que nunca le caen mal a nadie, pero después de seis horas es difícil mantener una conversación con tu vecino por el Messenger, pues de alguna u otra forma bajar tantas rolas va minando tu conciencia; así fue como tome verdadero valor y fui en busqueda de nuevos horizontes cibernéticos, hasta encontar una pagina que te daba de manera ¨ ejemplar ¨ caracteristicas sobre la personalidad de ex mujeres, amigos o gente no tan apreciada, con tan solo escribir su nombre; solo que esto me hizo tener algo que en otro tiempo solía llamar recaída cibernética; la cual consistía en poner los nombres de mis ex parejas en cualquier buscador, sin ningun motivo en especial mas que el ocio, solo que esta vez me hizo sentir un poco mejor, ya que mi segunda esposa no apareció ni por error, mientras que la primera fue la mas popular, quizá por eso la segunda la busco durante nuestro divorcior y después convertirse en una copia mala de ella y como no hacerlo si la muy canija aparece al menos en tres listas de seleccionados con becas federales, sin contar las cinco apariciones en congresos nacionales e internacionales como ponente.

Asi que con el ego alto, bajo ningún fundamento, salí de mi casa, compre cinco caguamas y compartí la historia con mi vecino y mi novia; después de todo era martes.

Y es que la verdad es que cuando parece que no tienes nada que hacer mas que navegar sin sentido por Internet, sueles descubrir cosas muy irreales.