martes, 9 de septiembre de 2008

Reflexiones Nocturnas Vol. II

Quizá lo que mas de dolía no eran esos recuerdos, sino verse desde fuera, pues no podía asumirse como otra persona, no podía dejar de pensar ya no en los hechos vividos, si no en el por que de las consecuencias de estos y si era como auto flagelarse, pero de alguna manera quizá desde la mas grotesca, era la manera de sentirse vivo, pues durante los primeros cinco días de la semana deambulaba con tranquilidad, los dos días restantes eran un mar de sensaciones, pero siempre dominadas por la nostalgia.

El creía que no sufría por elección, puesto que se negaba al hecho mismo de la negación, es decir no quería evadir ni el dolor ni el duelo, quería afrontarlo, pero el miedo a la humillación lo detenía, ya que asumían que de hacerlo estaría perdiendo la ultima posibilidad de recobrar lo perdido; cuando ya a esas alturas del partido ya no había nada que recuperar; era por eso la negación.

Cuando una puerta se cierra, comúnmente suelen abrirse otras tres, al menos eso quería creer, solo que el pretendía que esas tres posibles puertas lo llevaran a ella; ya no solo lloraba la perdida, si no la falta habilidades para comunicarse, para hacerse entender, sobre todo que después de tanto pensar siempre terminaba dándose cuenta de que quizá algo iba a suceder para que los se separaran, solo que si hubiera tenido esas habilidades, el proceso no habría sido tan duro.

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