Gracias Maestra

Hoy nos despedimos.

Quizá se verdad y hoy deba comerme yo solo la amargura del duelo.

Luchar en mi cama contra los fantasmas.

Acepto el reto de jugarme ese albur,

Hoy le apuesto al todo o nada,

Quizá no gane o talvez el premio no sea el esperado

Los dos sabemos que no es nada personal, solo son ciclos y eso nos reconforta.

Te dejo las manías

Me llevo, el humo del cigarro

La cerveza en vaso

Los martes de catarsis y el gusto por lavarme los dientes antes de dormir.

Recuerdos Razonados

Hace como cuatro o cinco años vi Ameli en compañía de mi primer esposa; me pareció una buena película, con esos colores tan vivos, todo lo contrario a la anterior película del mismo director: Delicatensen; la volví a ver por que siempre se la recomendé a mi segunda esposa y nunca la vio hasta después de irse de la casa y lo mas cabron: cada que podía hacia ver que era su película favorita y es que yo hubiera preferido que mientras estuvimos casados viera esa película en vez de leer a Milan Kundera y su Insoportable levedad del ser, que esta de paso decir que al irse de la casa se lo llevo junto con la mayoría de mis muebles, pero bueno ese no es el tema. El hecho es que sacando provecho de que en mi nueva casa tenia cable e Internet gratis, me dio ánimos para bajarla de uno de esos programas que al igual de llenarte la computadora de un chingal de virus, te dan ese placer y emoción por conseguir cosas que igual puedes comprar pero que se siente mas bonito saber que con el uso apropiado de las nuevas herramientas tecnologías no se trata de piratería sino de un bonito compartir, proceso similar a los ricos filántropos, en esa búsqueda por expiar culpas; pues total la baje, me prepare unas cinco quesadillas, con jamón claro, mis Marlboro y una soda de manzana; lo único mamon fue que la baje en castellano, se escucha medio mamon, pero me dio la ventaja de seguirla escuchando mientras cagaba.

El asunto es que me resulto igual de buena que hace años, solo que ahora preste atención en otras cosas, sobretodo por que ya conocía el misterio del tipo de converse rojos y como terminaría cada uno de los actos de justicia que va haciendo Amelie durante la película, me fije muchos en esos detalles que hacen que la película sea mas irrealmente posible de generar una historia as: la lámpara del marranito con bata que apaga la luz, los cuadros de los animales que hablan sobre el amor de la protagonista, el dialogo del personaje de la fotografía en la que ella le deja un recado a su enamorado; es decir preste mas atención en esas cosas que hacen que uno por muy racional que se sienta termina diciendo pendejadas como: ¡¡ A se vio chida eso¡¡, termine de verla, con un dolor de cabeza, pero eso fue por que no cerré bien la estufa después de hacer la quesadillas y después del misterioso dolor de cabeza, pensé en algo muy raro, pero no inusual, algo que sentí desde el mas estructurado proceso de razonamiento:

Mis ex esposas no son malas personas solo que han visto demasiadas películas de amor.

La vida es una puta hermosa y se que me ama.

Hoy por la mañana al despertar y ver a mi novia desnuda en mi cama, pensé: ¿Que mas le puedo pedir a la vida? tengo una casa razonablemente grande, con todo aquello materialmente posible que puede soñar un soltero egocéntrico como yo, tengo; cable e Internet gratis, esto ultimo quizá por esa gran antena que adorna mi vecindario, el cual no es lujo pero si goza de vecinas guapas que salen a correr en el parque por las tardes, sin contar futuros prospectos, como aquellas que vi el primer día que llegue a mi casa; recuerdo que ese día mi novia, la cual es un poco fuera de lo común dentro del universo de mujeres con las que me he enrolado a lo largo de mi vida, se rió de mi cuando vi a un par de quinceañeras respetablemente sabrosas; las vi y dije:

- ¡Este vecindario me gusta!;

-Ella puso cara seria y dijo: solo son unas niñas,

-Yo que siempre he sido un caballero y además de que tengo una hija y se que algún día tendré esa peste a suegro, conteste con tono serio: Pienso vivir mucho tiempo aquí.

Así que, que mas se le puede pedir a la vida, si, tengo todo aquello que siempre soñé, una preciosa hija, lo antes citado, que ya era suficiente a y también una ex esposa que por el momento había dejado de torturarme en persona, incluso hasta esa parte le sentaba bien a mi vida egocéntrica; asi que mas le podía pedir a la vida si me daba lo que siempre soñe, claro quien me puede culpar por tener esa clase de suelos cuando soy un adicto a esas comedias románticas gringas; solo me faltaba aumentar mi popularidad cibernética ya que mi hi5 es el menos visitado en la red.

No cabe duda, la vida empieza a quererme:

La lluvia esta por llegar, espero ver como se moja alguna de mis vecinas

Julio es mi mes.

No acostumbro ir a ese tipo de bares, tenia mas de seis años resistiéndome a entrar no solo a ese si a todos lo de su calaña, ya sabes, meseros que repudian a los clientes, que les resultan un tanto grupis y lo pero chingar al que no lo parece; mujeres guapas que jamás ligaran con un tipo como, asi que por eso no pierdo el tiempo con ninguna; un par de caguamas, una cajetilla de cigarros nueva que desparece de manera misteriosa, la llegada, siempre oportuna de mi novia, risas, besos, mas caguamas, por que una que otra canción que se canto al calor de los alcoholes, después, las luces se encienden, los besos se hacen mas calidos, la llegada a casa, abrazar a tu novia sin hacerle el amor y solo dormir abrazado a ella.

Han pasado los años y no es que este viejo, solo que la vida ya no me asusta tan rápido, des pues de todo dos años pasan rápido, y el nombre de francisco no me resulta mala idea siempre y cuando el de ella sea Fedra.

Solo tú, Benedetti, mis carencias cibernéticas y la Pinche comercialización de lo sacro me ayudo a resumir lo que siento en mi mes, por que aunque no les guste todo julio es mi cumpleaños:

Síndrome

Todavía tengo casi todos mis dientes

Casi todos mis cabellos y poquísimas canas

Puedo hacer y deshacer el amor

Trepar una escalera de dos en dos

Y correr cuarenta metros detrás del autobús

O sea que no debería sentirme viejo

Pero el grave problema es que antes

No me fijaba en estos detalles

(Mario Benedetti)