Ay amor y bien…

Ya antes lo había mencionado en este espacio: lo que necesitan nuestros guardianes del orden es amor; si lo dije y lo sostengo, esta vez lo hago con suficientes pruebas y para ello la anterior foto, en la que demuestra la capacidad de amor y de enternecerse con la que cuentan nuestros guardianes del orden; así que seguiré en búsqueda de tan bonitas fotos como estas, en las que dan sustento a mi teoría; por ultimo lanzo la siguiente pregunta: ¿a caso no se siente usted mas seguro, ver en las patrullas de transito a dos buenos elementos del H. cuerpo de Transito en compañía de dos hombrecitos bonachones? No me va a decir usted que no siente mas confianza al cruzar las calles de nuestra querida ciudad, al ver que quienes resguardan el ordene son ellos hombrecitos verdes y es por ello que ahora con el intereses de que no sean subutilizados sus recursos, en los próximos días serán ellos los que recorten su boleto en el cine; andele pero siga de reaccionario diciendo cosas feas de estos pobres hombres.

Chaquetas mentales N. 4

Ayer por la tarde, después de un arduo trabajo de reflexión, motivado en gran parte por las sugestivas piernas largas de un conejo saltarín; llegue a la conclusión de que no soy tan mujeriego como me habían hecho creer; Debo confesar que por principio de cuentas me causo un poco de conflicto, pero como a mi al igual que a ti todo me causa conflicto, no me quedo mas que tomar medidas extremas; así que armado de valor enliste a las mujeres que han decidido, por situaciones diversas; jugar al amor a deshoras con este humilde servidor; mi sorpresa fue mayor, pues pase del ruido al consuelo:

No soy mujeriego, solo tengo atención dispersa, gracias dios.

Se esta haciendo tarde

La ventaja de jugar con migo es que no existe la posibilidad de que la reglas se rompan, pues no existen tales;
De ti no espero que algún día elijas mi shampoo, mucho menos que me prepares el desayuno por las mañanas.
No me conformo con nada pues nada espero, puede que me consuele el pensar que en esa hora maldita en que los bares están apunto ya de cerrar, seas tú esa gatita con quien pueda jugar al amor.
Tu piel me provoca ruido,
Tu temple no me da ni frió ni calor, solo arranca en mi una risa burlona que me hace poner en pie mi ceja
Tu cuerpo despierta en mi la nostalgia por ese sujeto de grandes orejas que espera ser despertado

¿Usted gusta?

Después del cansancio el conejo por fin logro dormir

Ella, se puso de pie,

Con cautela cubrió solo una parte de su cuerpo

En ese momento pude apreciar lo que con las manos había sentido

Camino hasta la cocina… Yo con atuendo digno de un cínico cualquiera escuche con atención su pregunta:

¿Con queso o sin queso?

Que suene la cumbia

El brillo del ingenio, que deslumbra

Un estridente ruido, con sutiles tintes de ritmo disonante

Locura insubordinada

Control imaginario y soledad compartida

La dama que se postra en el sillón al lado del caballero

En la cama el conejo que espera ser despertado, mientras es acariciado por la desmemoria.