¿Para comer aquí o para enfermarse en su casa joven?

Esa noche se sentía cansado o quizá deba decir: fastidiado, no quería hacer nada solo caminar, buscar sin descanso esa puerta, esa la de la carnicería La Lonja N. 2, calle Niños Héroes, sin recordar en numero, solo la entrada; quería encontrarla antes de que el Gastaz lo hiciera, pues el filo del machete solo soportaría una cabeza y tendría que ser la de el y no la del Gastaz



Se recostó, con ropa, como sabiendo que solo se trataría de una simple siesta, nada oficial, solo descansar los pies, la espalda; habían sido demasiadas calles y ninguna puerta la correcta. Al despertar ya no estaba ella a su lado, intento ponerse en pie, no sin antes encender un cigarro, se incorporo de un solo tajo y camino hasta el baño, después…. La niebla.



-Tiene bonitos ojo, no los que yo busco pero al menos tiene dos.
-Que idota eres, claro que tienes dos, ¿eso que más da?
-¿Cómo que mas da, no creo que a ti que eres tan superficial te gustaría despertarte una maña, darte la vuelta y descubrir que la mujer con quien cogiste la noche anterior solo tiene un ojo?
-Ese no es el punto.
-Y ¿Cuál es el punto?
- No lo se quizá solo intento decirte que esa mujer no es para ti.
-¿Por qué, solo por que fue tu esposa? Esas son nimiedades, te digo que eres un superficial.



Caminando entre la niebla de la casa, de pronto se encontró sobre una mancha de sangre, no pida hacer nada, el cuerpo no tenia rostro, solo una madeja de cabello que impedía saber de quien era ese cuerpo.



- hoy habré de encontrar empleo.
- Ya era hora
- Tu que sabes de lo que tiene que hacer un hombre, ese es tu problema, eres demasiado castrante como para permitir que otros disfruten de la vida.
- Perdón no quise molestarte, yo solo trato de ser amable contigo
- Si quisieras ser amable no me molestarías tanto.



Después de caminar tanto, por fin encontró la puerta que buscaba, al entrar un tanto presuroso, la imagen era dantesca, solo se cubrió los ojos con las dos manos, jamás se perdonaría el tener tan mal sentido de orientación, había llegado tarde, el Gastas fue mas puntual.



-¿Qué has hecho? Eres un idota.
-No soporto el dolor y la tuve que matar.
-¿Cuál dolor idiota? La mataste,
- Tú no entiendes, fue mejor así, era demasiado hermosa para ir por la vida con un solo ojo.